El británico, más líder tras la subida al Coll de La Rabassa, no se fía de la dura etapa de mañana. «Hoy no tenía un plan establecido, solo quería atacar porque tenía poca ventaja», ha dicho.
El británico Simon Yates (Mitchelton-Scott) ha dado hoy un paso decisivo para lograr el maillot rojo de La Vuelta tras aventajar en más de un minuto al español Alejandro Valverde en la cima de La Rabassa (Andorra), punto más alto de la carrera, donde se ha impuesto el francés Thibaut Pinot,
Pese a su exhibición de hoy y a abrir un hueco de 1´38″ con Valverde en la general, el británico ha declarado que «aún no se pude celebrar nada porque resta una etapa muy difícil y aún se puede ir todo al garete». «No sé qué porcentaje tengo de ganar la Vuelta porque queda una etapa muy difícil y todo se puede ir al garete, aún hay que permanecer concentrado y hacer las cosas lo mejor posible. No hay motivos para celebrar nada», destacó en la cima andorrana.
Simon Yates explicó el momento de su demoledor ataque a 10 kilómetros de meta y resaltó la labor de sus compañeros. «Me sentía muy bien cuando ataqué. El equipo hizo un trabajo fantástico otra vez. Jack Haig hizo una gran labor para prepararme antes de que me fuera, y Adam siempre estaba detrás por si volvía, así hicimos un trabajo fantástico, pero estamos pensando ya en la etapa de mañana», señaló.
Una maniobra ofensiva que obedeció a un estilo de correr del británico, a una mentalidad que le inspira para anunciar que la mejor defensa es un buen ataque. «Lo de atacar es una cuestión de mentalidad. Hoy no tenía un plan establecido, solo quería atacar porque tenía poca ventaja. Yo corro así, y atacar es lo que me gusta», afirmó.
Yates tuvo palabras de gratitud para el francés Thibaut Pinot, ganador de la etapa y su compañero en la fuga definitiva. «Tengo que agradecerle a Pinot su ayuda. Se podría haber sentado a esperar, pero quería la etapa. Ayudó y luego luchó por la victoria y nada pude hacer», declaró.
Aunque cerca de la victoria, Yates prefiere esperar y no confiarse ante la etapa de este sábado, con 6 puertos y llegada al Coll de la Gallina. «Llegué a primer nivel como profesional en 2016 e hice sexto en La Vuelta y un año después fui el mejor joven del Tour. He progresado mucho, pero aún tengo por delante un largo camino. Ganar una grande sería la guinda del pastel, pero hay que esperar», subrayó.