El ciclista costarricense terminó la etapa 10 de la Vuelta España sin problemas, luego de que a falta de 30 kms a meta sufriera un pinchonazo, el nacional ingresó con el mismo tiempo que el ganador Elia Viviani, que sumó su segunda victoria en La Vuelta.
Por si quedaba alguna duda, Elia Viviani ha vuelto a demostrar en la recta de meta de Bermillo de Sayago (una pequeña población de apenas 1.100 habitantes, final de la 10ª etapa) que es el mejor esprinter puro de la Vuelta 2018. Tras un gran trabajo de colocación y lanzamiento de su compañero Fabio Sabatini, Viviani se ha impuesto con solvencia, por pura potencia, a Peter Sagan, Gioacomo Nizzolo, y al colombiano de Caja Rural-Seguros RGA Nelson Soto, brillante 4º en meta.
Es la segunda victoria del italiano en la Vuelta (Bi-viani), su 17ª de la temporada y la número 60 para el Quick-Step (también Alaphilippe ha ganado hoy en Gran Bretaña), unos números de auténtico escándalo. No hay cambios en la general, que sigue comandada por Simon Yates, con 1” de ventaja sobre Alejandro Valverde y 14” sobre Nairo Quintana.
Se cumplieron los pronósticos que hablaban de una llegada al esprint tras una etapa sin grandes dificultades. Ni siquiera el viento -único posible peligro- apareció en los kilómetros finales. Tiago Machado (Katusha) y Jesús Ezquerra (Burgos BH) protagonizaron la fuga del día, formada de salida y que acabó a 32 km de meta, en el ascenso al Alto de Fermoselle, de 3ª categoría, única cota puntuable de la jornada con 5 kilómetros al 5,3% de desnivel medio.
Los equipos de los esprinters (Quick-Step, Bora-Hangrohe, Trek y Cofidis) tuvieron la situación controlada en todo momento y nunca les dejaron coger más de 4 minutos de ventaja. En el Alto de Fermoselle el Bora-Hangrohe de Peter Sagan puso un ritmo exigente buscando cortar a alguno de los esprinters (especialmente a Viviani), pero la cota no tenía la suficiente entidad para lograrlo. A 22 km de meta lo intentó otro Burgos BH, Diego Rubio, quien rodó 13 km en cabeza con escaso segundos de adelanto respecto al pelotón. Cualquier intento de fuga era ya inviable, con cuatro equipos empeñados en la llegada masiva. En ella Viviani, en su madurez como cilcista, repetía triunfo y demostraba su condición de mejor esprinter puro del pelotón.
Mañana miércoles nueva oportunidad para los hombres rápidos, mientros los favoritos de la general intentarán guardar fuerzas para el temible tríptico astur-leonés que les espera de viernes a domingo. La 11ª etapa, Mombue-Ribiera Sacra. Luintra, de 207,8 km, es la más larga de la Vuelta, una jornada de media montaña con un puerto de 2ª (Alto do Trives; 10,5 km al 4,6%) y tres de 3ª (el último a 18 km de meta) por un terreno muy sinuoso que complicará el trabajo de los equipos de los esprinters. A 8 km de meta hay una subida no puntuable que podría terminar de seleccionar el pelotón.