El italiano del Quick-Step, el más rápido en la llegada masiva en Alhaurín de la Torre, logra su 16ª victoria de la temporada. Michal Kwiatkowski sigue líder.
Se preveía una llegada al sprint en Alhaurín de la Torre y se cumplieron los pronósticos, con un Elia Viviani intratable, tal como ha demostrado estar toda la temporada. Un año espectacular para el italiano del Quick-Step en el que ya suma 16 triunfos y se consagra como el mejor sprinter puro del pelotón junto al joven neerlandés Dylan Groenewegen, quien no está presente en La Vuelta.
Por eso, Viviani no encontró demasiados oposición para adjudicarse en una volata limpia la 3ª etapa de La Vuelta (Mijas-Alhaurín de la Torre, de 178 km) superando a su compatriota Giacomo Nizzolo (Trek-Segafredo), Peter Sagan (Bora-Hansgrohe), Boiuhanni (Cofidis), Consonni (UAE team Emirates) y Van Poppel (Lotto NL-Jumbo), lo más granado entre los velocistas que hay en esta Vuelta. No hay cambios en la general, que sigue liderada por el polaco del team Sky Michal Kwiatkowski.
Pese a su desenlance al sprint la etapa resultó ser de mucho desgaste, endurecida por un terreno rompepiernas que no daba tregua y por el asfixiante calor ambiental. La jornada estuvo marcada por la tempranera fuga de seis cicistas -formada en el km 5- con presencia un día más de ciclistas de los cuatro equipos invitados a La Vuelta: Jordi Simón (Burgos-BH), Antonio Molina (Caja Rural-Seguros RGA), Luis Ángel Maté (Cofidis) y Héctor Sáez (Euskadi-Murias) pronto hicieron camino acompañados por Nans Peters (Ag2r-La Mondiale), Pierre Rolland (Education First-Drapac) hasta alcanzar una ventaja máxima de unos 4 minutos.
El marbellí Luis Ángel Maté siguió dando batalla en su tierra y pasó en cabeza en los dos puertos de montaña del día, el Puerto del Madroño, de 1ª, y el Puerto del Viento, de 3ª, afianzando su ventaja como líder de la Montaña.
Por detrás el pelotón , controlado en un primer momento por los Sky y más tarde por Quick-Step y Bora-Hansgrohe, nunca dejó coger a los fugados una gran ventaja, buscando la llegada masiva. «Tenemos confianxa en Viviani y trabajaremos para él«, decía en la salida su compañero y lanzador en esta Vuelta Michael Morkov. Confianza más que merecida y devuelta con creces por el italiano.
Al paso por la localidad de Coín, a 43 km de meta, y con el pelotón a menos de un minuto de los 5 fugados (Rolland ya había sido cazado), saltan del gran grupo el campeón austríaco Lukas Pölstlberger (Bora-Hansgrohe), el campeón europeo contrarreloj Victor Campenaerts, y el francés Alexis Gougeard(Ag2r La Mondiale), ganador de una etapa en La Vuelta 2015 y también en fuga en la etapa de ayer, y acaban por unirse al quinteto de cabeza. Esto daría nuevos bríos a la fuga, cuya ventaja creció hasta el minuto y medio.
Pero los equipos de los sprinters (Quick-Step especialmente), ayudados por un Movistar Team que buscaba proteger a sus líderes rodando en cabeza, no estaban por la labor de «regalar» una posible victoria de etapa y se emplearon a fondo hasta acabar con la fuga. Lukas Pöstlberger fue el último superviviente en ser cazado, a 6,5 km de meta, y entonces la llegada al sprint parecía ya inevitable. En el mismo, bien lanzado por Michael Morkov, Eliva Viviani se imponía con autoridad por delante de Nizzolo y Sagan. Es sin discusión el mejor velocista de La Vuelta y en las calles de Alhaurín de la Torre lo ha demostrado.
No hay cambios en la clasificación general que sigue liderada por Michal Kwiatkowski (Team Sky) con 14 segundos de ventaja sobre Alejandro Valverde (Movistar) y 25 respecto al holandés Wilco Kelderman (Sunweb), a la espera de la importante jornada de mañana, que podría marcar las primeras diferencias entre los favoritos. Será en la 4ª etapa (Vélez Málaga-Alfacar, Sierra de la Alfaguara, de 161,4 km), última jornada por tierras malagueñas y primera de cierta entidad en La Vuelta 2018, con dos puertos de 1ª categoría: el Alto de la Cabra Montés (15,7 km al 5,9%,) y la ascensión final a Alfacar, 12,4 km al 5,4% de media, con rampas de hasta el 12%.