El ciclista italiano Matteo Malucelli, del equipo Androni-Sidermec, se ha impuesto en la segunda etapa de la Vuelta Aragón 2018, una jornada de 194 kilómetros disputada este sábado entre las ciudades aragonesas de Huesca y Zaragoza. Por su parte el tico Kevin Rivera ingresó con el paquete principal y se prepara para la etapa de este domingo.
Con un tiempo de 4 horas, 27 minutos y 37 segundos, Malucelli se impuso al sprint en la llegada a Zaragoza por delante del noruego Sondre Holst Enger (Israel Academy) y del líder, el vasco Jon Aberasturi (Euskadi-Murias), segundo y tercero respectivamente.
Aberasturi, que se enfundó el maillot de líder tras conseguir la victoria en la primera etapa, se mantuvo al frente de la clasificación general individual gracias a su tercera plaza.
Como estaba previsto, la etapa ha estado marcada por el viento, que en algunos momentos soplaba con gran intensidad, lo que han aprovechado los componentes del equipo Movistar, el único World Tour presente en la carrera aragonesa, para intentar romper el pelotón, aunque finalmente las diferencias han sido mínimas y todo queda pendiente para la ascensión a Ampríu-Cerler.
Los ciclistas se tomaron muy en serio desde el banderazo de salida el viaje estirado de casi 200 kilómetros entre Huesca y Zaragoza, dos ciudades que ahora mismo viven con intensidad la posibilidad de que sus respectivos equipos de fútbol vivan en la máxima categoría.
A pesar de la pasión futbolística, los aficionados oscenses arroparon a los ciclistas presentes en la carrera aragonesa que ha vuelto a rodar por sus carreteras trece años después de disputarse por última vez.
Nada más alcanzar el kilómetro cero, la aceleración de los 135 ciclistas que tomaron la salida fue inmediata y los intentos de fuga se sucedieron hasta que finalmente en los primeros 10 kilómetros se formó la fuga.
Al igual que en la primera jornada, en cabeza se constituyó un cuarteto cabecero formado por el holandés Steven Lammertink (Vital Concept), los españoles Ricardo García (Fundación Euskadi) y David Lozano (Novo Nordisk) y el colombiano Alex Cano (Coldeportes Zenu), este último líder de la clasificación de sprints especiales.
Con los cuatro fugados ya parecía que la tranquilidad iba a imperar entre la escapada y el pelotón, y el juego del ratón y el gato iba a ser el protagonista, pero había un hombre en el pelotón que no estaba conforme.
De nuevo, el `abuelo´ del pelotón español, el abulense de adopción Paco Mancebo (Inteja Dominican) no estaba dispuesto a ceder fácilmente su condición de colíder de la montaña junto a Jon Aberasturi porque era plenamente consciente de que puntuar en el alto de Alcubierre le iba a dar protagonismo para el último día.
Mancebo intentó la machada de la vuelta y con los escapados rondando el minuto de ventaja se lió la manta a la cabeza y puso a prueba su fortaleza intentando unirse al cuarteto de escapados. El pulso lo mantuvo una decena de kilómetros en la que terminó quedándose en tierra de nadie y viendo lo infructuoso de su esfuerzo optó por renunciar y dejarse alcanzar.
De los cuatro fugados, el colombiano tenía claro su objetivo para este día, puntuar y si era posible pasar primero en el primer sprint especial en Tardienta para asegurarse el liderato y casi el triunfo final. Asegurado su objetivo, Cano dejó a sus tres acompañantes seguir su aventura y él se dejó alcanzar por el pelotón.
El trío de fugados estabilizó, con el permiso de un pelotón que comandaba el Euskadi Murias, su fuga en el entorno de los dos minutos, pero sin alcanzarlos.
La fuga llegó a su fin a falta de 34 kilómetros, sin que en el grupo de los favoritos se hubiese producido ningún movimiento significativo, pero la lucha definitiva estaba a punto de dar comienzo.
A falta de 30 kilómetros para la llegada, los movimientos de los principales favoritos para recolocarse en las primeras plazas del pelotón han comenzado a ser evidentes, aunque el momento de romper las hostilidades no terminaba de hacerse patente.
Con la localidad de Zuera a la vista, un giro de 90 grados hacia la izquierda ha puesto al pelotón en fila india, en un momento en el que las fuerzas de muchos de los integrantes del pelotón ya empezaban a estar muy justas.
A partir de ahí, con el grupo rodando a velocidades en muchos momentos por encima de 60 kilómetros hora e incluso superando en lugares puntuales los 70, el equipo Movistar y todos sus integrantes han dejado claro que a la Vuelta a Aragón han venido a ganar y si podían conseguir algo más.
El fraccionamiento del grupo estaba al caer y en cualquier momento se podía producir en las largas rectas que conducen desde Zuera a Villanueva de Gállego, hasta que a menos de 17 kilómetros por fin ha llegado el corte que ha dejado en cabeza a solo 22 ciclistas.
Algunos de los que se han visto cortados han intentado reaccionar, pero su esfuerzo ha resultado baldío. El Movistar con todos efectivos ha seguido acelerando para tratar de reducir todavía más el grupo sin conseguirlo.
Hasta por encima del medio minuto ha llegado la diferencia entre los dos primeros grupos, aunque con la pancarta ya a la vista, los hombres más adelantados en su maniobra de preparación del esprint se han dejado escapar un puñado de ellos.
En la clasificación de la etapa Kevin ingresó en la casilla 100 con el mismo tiempo que su compañero Malucelli, mientras que en la general ascendió a la casilla 77 a 1:13 del líder Jon Aberasturi.
Las espadas están en todo lo alto para conocer al sucesor del alicantino Rubén Plaza, trece años después (la Vuelta a Aragón no se disputaba desde 2005), en lo más alto del podio, aunque el líder Aberasturi ya tiene claro que el jersey amarillo que conquistó en la primera etapa no será para él.