La Unión Ciclista Internacional (UCI) reveló que el ciclista británico Chris Froome resultó positivo por el broncodilatador salbutamol en un control anti dopaje hecho el pasado 7 de septiembre cuando se corria la etapa con final en Santo Toribio de Liebana.
Froome sobrepasó el límite diario de 1000 nanogramos por milímetro con la sustancia de Ventolín broncodilatador que aparece prohibida por la Agencia Mundial de Antidopaje (AMA) y es permitido en algunos casos y bajo ciertos parámetros.
Según la UCI la sustancia apareció tras el control recogido en la Etapa 20 con final en el Angliru, mientras que el Sky se ha pronunciado indicando que “los análisis indican una presencia de salbutamol en una concentración de 2.000 nanogramos por mililitro”.
Este medicamento está permitido por inhalación a través de Spray o inhaladores para los corredores que lo notifiquen y presenten un certificado de padecer asma, por lo tanto una cantidad superior a la fijada por la AMA puede desencadenar que a su efecto antiasmático el salbutamol añada un efecto anabolizante y suponer que se administró por vía oral (prohibida) para aumentar su potencial, ya que por inhalación es difícil llegar a una concentración de 2000 nanogramos por milímetro en el organismo.
“Como todo el mundo sabe, sufro asma, conozco perfectamente las reglas, uso un inhalador para controlar los síntomas, y siempre dentro de los límites permitidos. Mi asma fue a peor según avanzaba la Vuelta y, aconsejado por mi médico, aumenté la dosis”, indicó Chris Froome en el comunicado del Sky.
La UCI ha abierto un expediente informativo al líder del Sky, que aportará informes y análisis para demostrar que fue su organismo el que retrasó la absorción del Ventolín e hizo acumulación en tal proporción, para demostrar que el resultado de los análisis no es producto de la excesiva administración.