Aunque ya no es el rostro oficial del Tour de Francia, Bernard Hinault sigue siendo un punto de referencia, una opinión respetada en el pelotón, una voz crítica que se revela contra el ciclismo «demasiado controlado» y la «falta de espontaneidad» que conducen a que las carreras estén «escritas de antemano».
Así, `El Tejón´, cinco veces ganador del Tour, analiza para Efe la ronda gala que comienza mañana en Düsseldorf y donde augura un cuarto triunfo del británico Chris Froome, por su gran calidad, pero también «porque los rivales se conforman con la segunda posición» y no le atacan lo suficiente.
¿Hay menos emoción en este Tour que en otros?
Hay un corredor que ha ganado tres veces y que lo normal es que gane un cuarto. El problema es que no tiene muchos adversarios. ¿Quién puede crearle problemas si nadie le ataca o si no se juntan todos los equipos contra él?
Desde hace dos o tres años nadie le ataca. Todo el mundo trata de proteger su puesto, temen atacar y perder su posición. Para ganarle hay que atacarle y deben hacerlo todos. Si no, ganará muchos Tours.
¿El colombiano Nairo Quintana es su principal rival?
En el Giro no le vimos en una gran condición física, puede que se dejara demasiadas fuerzas allí. Lo vamos a ver enseguida, desde la contrarreloj de mañana. Son solo 14 kilómetros, pero serán muy significativos.
El recorrido de este año, con menos contrarreloj, ¿puede beneficiar a Quintana?
Quintana no tenía que haber perdido el Giro, debía haber atacado más y haberle puesto en más problemas a Tom Dumoulin. En el Tour hay una contrarreloj también muy dura el penúltimo día, tendría que llegar con mucha ventaja.
El peligro para Froome, ¿puede venir de Contador?
Sin duda es el ciclista que ataca en todos los terrenos, ese es su gran mérito. No espera que sean los otros quienes le allanen en el camino. Puede que desde hace dos o tres años no esté en un gran momento de forma, pero siempre hay que contar con él.
Tiene la mentalidad del atacante, pero creo que le faltarán piernas a estas alturas de su carrera.
En la pasada Dauphiné vimos a un gran Richie Porte. ¿Es para usted uno de los favoritos?
Es cierto que hizo una gran Dauphiné, pero creo que en carreras de tres semanas siempre la falta un poco de aguante, al final acaba explotando.
Además de ser el favorito, ¿Froome tiene el mejor equipo?
Si nadie le ataca no tendrá problemas. Lo que veo es que desde la época de Armstrong la mayor parte de los favoritos corren por la segunda plaza, no para ganar. La gente no ataca porque teme perder puntos UCI. Hay que cambiar esa clasificación que bloquea demasiado las cosas.
Sin embargo, en La Vuelta o en el Giro vemos más ataques, más movimiento…
Es cierto, pero en el Tour todo el mundo teme perder un puesto, nadie arriesga. Hay que cambiar la mentalidad, dejar de pensar en hacer una buena posición y plantear la carrera para ganarla.
Usted ahora sigue el ciclismo como espectador ¿Está inquieto con la falta de batalla deportiva en las carreras?
Los espectadores no están contentos. Yo mismo ni me planteo estar 4 horas delante de mi tele para ver algo 45 minutos al final. Basta con ver la última hora. Mucha gente lo ve solo por los paisajes. Los directores deportivos deberían pensar que pierden espectadores y que puede que algún día tengan problemas para encontrar patrocinadores.