Por primera vez en la historia de los Mundiales de ciclismo la contrarreloj individual masculina que se disputará en Bergen (Noruega) el 20 de septiembre finalizará con un ascenso de 3,4 kilómetros.
Con una pendiente media del 9,1 por ciento, el último kilómetro en el Monte Fløyen, desde donde se domina la ciudad, aportará un final espectacular a la prueba cronometrada que constará de 31 kilómetros. Los primeros 27,5 kilómetros presentarán un perfil más conforme al recorrido habitual de una contrarreloj.
Se espera que la mayor parte de los corredores opten por el cambio de la bicicleta de contrarreloj por una convencional para afrontar el ascenso, maniobra que será efectuada en una zona específica al pie del Monte Floyen, situado a la salida de una curva cerrada en una ligera subida donde la velocidad de los corredores no será excesiva.
Aunque las metas en alto en las pruebas contrarreloj no constituyen una novedad en las competiciones profesionales, sí es la primera vez que se produce en unos Campeonatos Mundiales en ruta.
Según explica el exprofesional Marco Pinotti, séxtuple campeón de Italia de la especialidad, en la página de la UCI, «será una crono más espectacular de lo que esperaba tras verla en un mapa»
Los Campeonatos del Mundo 2017 tendrán lugar en Bergen del 16 al 24 de septiembre. La prueba cronometrada élite hombres se disputará el día 20.