Río de Janeiro (Brasil) La sonrisa de Andrey Amador no se borró de su rostro al ingresar a la Villa Olímpica donde recordó su paso por los Juegos Olímpicos Londres 2012 y hoy cuatro años después se prepara para su segunda carrera olímpica esta vez en Río 2016.
Vestido con el uniforme de competencia, camisa blanca con la bandera en el pecho y el nombre de Costa Rica resaltando en la prensa, Amador recorrió parte de la ciudad deportiva por vez primera debido a que por voluntad propia decidió hospedarse en un hotel para estar más cerca del lugar de competencia y entrenamientos.
Sobre su competencia del sábado 6 de agosto pautada para las 9:30 a.m. hora local (6:30 a.m. hora de Costa Rica, Andrey es trasparente y dice que la pelea por la medalla será “durísima para todos” pero sabe que está bien preparado para al menos hacer una buena labor.
“Todos los deportistas pensamos en grande, pensamos en la medalla, nunca es imposible. Acá no hay nada nuevo, muchos de los rivales son con los que corremos y sabemos quiénes son y que pueden dar. Me veré satisfecho peleando hasta el final dándome de tú a tú con los especialistas en la montaña”.
Pese a saber que tendrá rivales que suben bien, la tarea durante los 145 kilómetros será estar concentrado para y pensar en grande.
“Es una lotería por la dureza que va a tener este circuito. Será un día muy exigente, especial para la gente que anda bien en la montaña” destacó Amador.