Mientras Andrey se despierta para entrenar con el Movistar Team, Iván corre para trabajar en su oficina. Mientras Andrey termina la práctica de un día, Ivan sigue con la rutina de su especialidad. Mientras Andrey es ciclista profesional, Iván es ingeniero mecánico.
Una misma sangre, dos caminos diferentes. Empezaron por la misma «calle» pero se desviaron en la «avenida de la vida». La historia de los hermanos Amador Bikkazakova tiene mucho que contar.
Iván y Andrey comenzaron su vida en el ciclismo de ruta, sin embargo, siempre gustaron del mountain bike como hobbie para pasar el tiempo en su San Ramón natal. Ambos corrieron juntos con BCR Pizza Hut hasta 2007, año en que tomaron rumbos que solo el destino les tenía preparados.
Andrey continuó hasta 2009 como «pizzero», emigró a Europa y comenzó con el conjunto Caisse d’Epargne, mismo que lo llevó a tocar la gloria cuando pasó al Movistar Team en 2011. Por su parte, Iván decidió retirarse profesionalmente e ingresó al Tecnológico de Cartago, donde optó por ser ingeniero mecánico.
Combinar ingeniería con ciclismo no es fácil, cualquier cuerpo resiente el sacrificio que se debe realizar. Para ser más preciso, la palabra «fácil» no encaja dentro de la oración. Iván se levanta entre 3 y 4 de la mañana para entrenar, luego se ducha y desayuna de manera veloz, tan rápido que el pan se le debe de caer en camino a su trabajo.
Su día es normal como cualquier otro asalariado. Empresas, papeleos, documentos, en fin, todas las historias que una oficina puede contar.
Pero volviendo al tema de su hermano y los polos que crean con sus vidas, Iván no esconde el orgullo que siente por Andrey, admitiendo los hechos impresionantes que ha vivido en carne propia.
«Un gran orgullo, tanto como costarricenses que somos y en el caso mío mucho más como hermano. Soy testigo de todo el sacrificio que ha hecho para estar donde está. No es fácil mantenerse corriendo a nivel profesional en Europa, ya son siete años de estar allá y con el mejor equipo del Mundo (Movistar Team)», manifestó Iván.
Después de que Andrey anunciara su participación en el Giro de Italia, y probablemente en la Vuelta a España, el hermano mayor de los Amador visiona un año de éxito puro.
«Creo que mi hermano a partir de este año va a empezar su mejor nivel como ciclista. La principal madurez de un ciclista empieza por ahí de los 28 años y creo que Andrey nos va a dar una alegría en alguna etapa», expresó.
Por el momento solo quedan los recuerdos de cinco Vueltas a Costa Rica y las tardes en que los hermanos Amador corrían juntos. Eso sí, no descartan unirse en un futuro para revivir los momentos previos a la vida que tienen hoy en día, una vida que toca la gloria del ciclismo y la ingeniería…
VÏDEO: https://www.youtube.com/watch?v=v7y5z5A1Ies