Lance Armstrong se dopó. El tejano siete veces ganador ha reconocido haber utilizado sustancias dopantes. «Sí», contestó varias veces Lance ante las preguntas sobre si había utilizado EPO, trasfusiones sangíneas, hormonas de crecimiento y cortisona durante su carrera. «Fue mi culpa, fue una gran mentira, y la cometí muchas veces. Era una vida idilica, y era demasiado prepotente para perderla. Ahora esa historia se ha acabado».
Lance Armstrong ha hablado públicamente por primera vez desde que estallase elCaso Armstrong investigado por la USADA durante el pasado mes de octubre. Armstrong realizó una entrevista con la mítica presentadora estadounidense Oprah Winfrey. Una entrevista dividida en dos partes, la segunda de ellas se emitirá mañana a las 8 de la noche por Discovery.
Lance Armstrong se sinceró sobre su dopaje, que reconoció haber iniciado en la mitad de la década de los 90. “En aquella generación era imposible ganar sin doparse, y yo no intenté evitar esa situación. Aunque tampoco inventé yo la cultura del dopaje. En aquella época no sentía que estaba haciendo algo malo, no veía el dopaje como algo malo, no me sentía como un tramposo. Ahora el ciclismo está pagando por todo eso, y me duele”. ¿Ahora qué sientes? «Vergüenza. Me duele ver el enfado y la decepción de la gente que confió en mí».
“Nunca presioné a nadie para que se dopara, ni le animé. Obviamente, era el líder y era el ejemplo”. Preguntado por la supuesta coacción a Vande Velde para que se dopase si no quería ser despedido, tal y como el corredor relevó en el informe de la USADA, Armstrong respondió que “eso no es cierto”. ¿Les intimidabas? “Sí, porque trataba de controlarlo todo. Si oía algo que me sonaba desleal, intentaba controlarlo”.
“Cuando me diagnosticaron el cáncer, quise sobrevivir a toda costa. Y eso me hizo ser un luchador incansable que siempre quería ganar. Antes había sido un luchador, porque tuve una infancia difícil. Pero después del diagnóstico, me hice más rudo, más feroz. Haría cualquier cosa por ganar”.
Preguntado por el Doctor Michele Ferrari, Armstrong reconoció que “es difícil hablar de esta historia sin mencionar nombres. Hay buenas personas en esta historia. Ferrari no era un monstruo tóxico”.
¿Alguna vez dio positivo en algún control? “Nunca. Pasé los cientos de controles que me hicieron. La historia del Tour de Suiza no es cierta, no hubo pagos a laboratorios. La UCI no borró nada”, aseguró Lance Armstrong ante las menciones de Oprah Winfrey sobre la acusación de Tyler Hamilton de que se ocultó un positivo. Entonces, ¿por qué realizó una donación a la UCI? “Me resulta imposible contestar esa pregunta y que alguien me crea. Sencillamente tenía dinero, me lo pidieron y lo hice, pero no para que se ocultara nada».
Ante la cuestión de cómo le afectó la prensa, Armstrong reconoció que durante aquella época “era un filántropo y un capullo. Aquella arrogancia, aquella impertinencia me pudo. Era un capullo arrogante”.
Aunque Armstrong aseguró que “nunca me dopé cuando regresé al ciclismo en 2009. La UCI había implantado el Pasaporte Biológico y otras cosas que funcionaron”. ¿Ni siquiera trasfusiones sanguíneas?, preguntó Oprah “No. La última vez que crucé la línea de trampas fue en 2005.
Sin embargo, Lance negó que fuese «el mayor sistema dopaje del deporte. Es mentira. Era profesional y muy inteligente, pero conservador y muy arriesgado. Decir que ese sistema era más grande que el de los años 70 y 80 en Alemania del Este. No”. Además, también aseguró que «nadie fue presionado, obligado ni animado a doparse».
Incluso se atrevió a reveler que “mi cóctel era combinar EPO, con trasfusiones, con testosterona. Mis niveles de testosterona casi los podía justificar por mi historia con el cáncer. No utilizaba nada que no estuviese al acceso del resto de ciclistas”.
Armstrong tiene claro cuál fue el instante en el que todo cambió. “La declaración de Landis fue el punto de inflexión. Estaba en un hotel en el Tour de California, había vuelto a competir. Landis quiso volver a nuestro equipo y no le dejamos. Pero no le di la espalda, aunque él creía que sí. Me enviaba mensajes advirtiéndome que iba a hablar”.
Incluso afirmó que “si no hubiese vuelto a competir no estaría dando esta entrevista. Aunque no sé si me habría salido con la mía”.
¿Su reacción cuando conoció que había comenzado la investigación de la USADA? “Luchar, defender mi territorio. Daría todo para volver a ese día y cambiar. No luchar, no mentir. Aceptar que me tratarían distinto a los demás, que me estudiarían más que a otros ciclistas porque era el más grande, el que más carreras ganó”. Abusó de su poder. “Sí, abusé de mi poder”.
Ante la pregunta de cómo asimiló que George Hincapie confesara, su fiel gregario, “acepté que no podía detener la investigación. Hincapie conoce la historia mejor que nadie. Éramos amigos desde los 16. Aún somos amigos, hablamos cada semana”.
Armstrong aseguró que “si se organiza una Comisión para la reconciliación y me invitan, seré el primero en llegar. Quiero limpiar el deporte”.