También están en la lista negra el inglés John Terry, sancionado por insultos racistas a Anton Ferdinand, y el atleta argelino Taoufik Makhloufi, que simuló en los Juegos Olímpicos de Londres simuló una lesión y se retiró a poco de empezar su semifinal de 800 metros a fin de reservar energías para la final de 1.500, en la que venció por amplio margen.
En la lista de 14 deportistas más antideportivos figuran, además de Armstrong, el brasileño Luiz Adriano, futbolista del Shakhtar Donetsk ucraniano que en el partido de Liga de Campeones jugado el pasado día 20 ante el Nordsjælland marcó un gol aprovechando un bote neutral en el que su equipo no devolvió el balón al contrario.
Ahora, la revista ha decidido darle la vuelta a la lista de ejemplos de deportividad para denunciar las conductas más antideportivas, especialmente aquellas que a su juicio constituyen un fraude, los insultos o las muestras de racismo.
«Antiguos compañeros suyos admitieron que Armstrong no sólo usaba constantemente esteroides (para mejorar su rendimiento), sino que prácticamente les forzaba a hacer lo mismo, aunque él no lo haya admitido nunca», explica Sports Illustrated.
En esta especie de ‘trofeo al Juego Sucio’, Lance Armstrong ha sido señalado por el semanario justamente diez años después de que le concediera el trofeo Fair Play (Juego Limpio) por sus valores deportivos.
El exciclista estadounidense Lance Armstrong, suspendido a perpetuidad y desposeído de los siete Tours que ganó por dopaje, figura al frente de la nómina de deportistas más antideportivos del año publicada por la revista Sports Illustrated, que tradicionalmente distingue al más deportivo.