Limburg recibe a la caravana multicolor con un cálido abrazo, eventos culturales, exhibiciones de bicicletas, fotos antiguas, arte y conciertos contrastan con el ambiente de ciudades elegantes, históricas y plagadas de bicicletas y a la par de todo este colorido esta la figuara de nuestro compatriota Andrey Amador.
Este domingo Andrey Amador se enfrentará a su segundo mundial de ciclismo en la categoría Élite World Tour, el primero fue Mendrisio en Suiza en el 2009 en su año del debut profesional, aquella vez su director técnico Eusebio Unzúe le labró el camino para poder asistir, por lo tanto estuvo a las ordenes de los intereses de sus compañeros equipo españoles, tratando de poner un grano de arena a la disputa de medallas, donde aquella ocasión Joaquín Rodríguez lograba un bronce, Valverde se quedaba un poco lejos con un noveno lugar y Amador no lograba terminar la prueba, en su primer año, el año de su aprendizaje.
Ahora 3 años después enfrenta esta prueba con mucha más madurez, un Tour de Francia, dos Giros de Italia y una Olimpiada lo respaldan. Su victoria en Cervinia, Italia ha hecho que se gane un espacio importante en el pelotón internacional y se muestra como un ciclista más definido que cada vez se conoce más. Ningún nombre lo asusta, y cuenta con una visión de carrera más amplia. Quizá perder aquella etapa del Giro ante un experimentado Lars Bak, o no meterse en la fuga buena de la Olimpiada lo han hecho crecer y saber manejar mejor sus posibilidades. Lo cierto es que Andrey siempre da todo de sí mismo, es el ciclista que se emplea al 200% y por eso tiene tantos seguidores en su querida Costa Rica. Nos representa, como tico aguerrido que lucha en las adversidades del viejo continente.
El recorrido se presenta como una típica clásica de primavera, incluso comparte la mayoría de las secciones con la famosa Amstel Gold Race, los primeros 100 kilómetros no presentan gran dificultad, pero sin obviar su terreno columpiado para luego enrumbarse al circuito de Valkenburg que mide 16.5 kms y se pasa 10 veces seguidas. Cabe destacar que este circuito se utilizó en el mundial de 1998 y de los presentes en aquella ocasión ahora repetirán 14 años después Oscar Freire (España) con 36 años y Chris Horner (USA) con 40 años.
En el circuito existe una variable de dinamitará la carrera por selección natural, se trata de Cauberg Hill, aunque no es un gran coloso es una subida de 1.5 kms con pendiente máxima del 12%, que si sumamos las 10 veces que se pasa ya vemos que puede hacer un daño significativo. Este repecho se encuentra a 1700 metros de la línea de meta, así que la colocación en la última vuelta será vital.
Sin duda tendremos un buen mundial, los favoritos se prepararon a fondo en la Vuelta España, pero no podemos olvidar aquel centroamericano, que este año ha venido haciendo las cosas bien y luchará por un puesto de honor.
José Miguel Chacón para CRCICLISMO.COM
Heerlen, Limburg – Holanda