Es parte de la expresión de Jason Huertas (Colono Construcción-Bikestation) en medio de sollozos, por la satisfacción de alcanzar el bicampeonato. Un triunfo construido entre dolor y lágrimas.
Desde su presentación en la contrarreloj, el pasado viernes, Jason sorprendió con su testimonio de valentía, por todo lo que había venido afrontando después de una caída que, como él mismo señalaba, por poco le cuesta la vida.
Aún con el dolor físico y las dudas que afloraban por su futuro, Huertas sacó a flote toda su fortaleza y esperó su momento, arropado por el trabajo de su equipo, para encaminarse al bicampeonato.
«En el cierre ya venía sin fuerzas, me lancé desde antes, por eso venía viendo para atrás en cada momento, porque ya no tenía fuerzas para el cierre» expresó el bicampeón sobre el duelo frente a Pablo Mudarra (Schneider Colono Agropecuario) y Joseph Chavarría (7C Economy Lacoinex).
El primer lugar en el podio, le permitió a Jason recuperar la confianza y sacar a flote sus emociones, expresando gratitud a quienes siempre han estado a su lado.
«Ha costado mucho, ha sido mucho sacrificio, entrenar con dolor, competir con dolor. Para mi papá feliz día del padre, creo que es un regalo bastante bonito»
El bicampeón nacional de ruta sonríe hoy, después de jornadas agónicas, de trabajo silencioso.
«He trabajado fuerte y no me gusta tanto hacer publicidad de mis cosas, hasta que llegué se dieron cuenta de mi caída. La caída fue para matarme, lo que la vieron dicen que no entienden cómo es que estoy vivo»
Krissia Araya y Jason Huertas obtuvieron el premio a la persistencia