La sancarleña obtuvo el título Sub 23 en la Vuelta Femenina a Costa Rica, cinco años después del último triunfo nacional en esa clasificación alcanzado por María José Vargas.
Como un año increíble define Diandra Ramírez su temporada 2024, considerando su participación internacional con la Selección Costa Rica en diferentes eventos continentales y la participación con el equipo Avimil en el Campeonato Nacional de Ruta, la Vuelta del Porvenir y la Vuelta Femenina a Costa Rica, carrera que cerró con broche de oro, subiendo al podio de campeonas en Escazú.
Durante su participación en “Noches de Ciclismo Femenino” presentadas por Kivelix, la mejor Sub 23 de la Vuelta Femenina, se refirió a las oportunidades que obtuvo durante el año y expresó satisfacción por entregarle al país un logro que había sido esquivo desde el 2018, cuando su compatriota María José Vargas concluyó como la campeona Sub 23 de esa edición. Con 21 años y en su tercera participación, Diandra se adjudicó la camiseta blanca, superando en la clasificación de las más Jóvenes superando a la colombiana Gabriela Bocanegra (Boneshaker Project presented by ORANGE SEAL) y la ecuatoriana Marcela Peñafiel (Movistar Best PC).
“Fue mi tercera Vuelta a Costa Rica y si no me equivoco, creo que en las otras dos que hice, ninguna costarricense se pudo ubicar en el podio de alguna de las clasificaciones y me parece que tener la oportunidad de estar ahí en la pelea junto con otra costarricense, hace que sea un logro muy importante para el país, no sólo para mí, para el equipo y para mis compañeras, sino para todas las chicas ticas que están tratando de prepararse para una Vuelta a Costa Rica, que a veces se intimidan un poco por los equipos internacionales. Nosotras sabemos que tienen un calendario diferente, que tienen más fogueo, más preparación, pero si se puede y yo creo que las Sub 23 que están ahorita son un ejemplo de eso”, expresó Diandra Ramírez.
La sancarleña se convirtió en líder Sub 23 en la penúltima etapa de la Vuelta Femenina a Costa Rica, disputada en el Cerro de la Muerte, un desafío que el pelotón femenino afrontó por primera vez y que para Ramírez fue clave asumir con tranquilidad.
“Entrarle con miedo al cerro de la muerte era lo peor que se podía hacer, traté de trabajar bastante esa parte mental, tuve la oportunidad de reconocer, en la Vuelta del Porvenir fue la primera vez que subí y después fui a entrenar a Pérez Zeledón y pude reconocer de nuevo, entonces casi siempre traté de visualizarme en esa subida y de mantener la calma para que cuando ya estuviera ahí pudiera mantener el paso que yo sabía que podía llevar y lograr llegar arriba sin que caer en un estado de estrés», apuntó.
Sobre su experiencia en la carrera, Ramírez comentó que más allá de la alegría del triunfo, también tuvo momentos de mucha tensión, pues portar la camiseta de líder Sub 23 en una etapa con tantos intereses como el Circuito de Escazú fue todo un reto, el cual pudo sobrellevar con el apoyo de sus compañeras y de varias de sus compatriotas que conocen y apoyan su proceso.
“Era una presión y un estrés que definitivamente no supe manejar, siento que eso es algo que de fijo tengo que trabajar muchísimo, pero el estrés de saber que tenía a varias competidoras por detrás que querían dejarse ese título y que lo intentaron hasta el final, me golpeó un poco mentalmente y me hizo dudar de mis capacidades en varios momentos”, agregó la campeona Sub 23.
Aunque siempre ha sido una de las corredoras más jóvenes de los equipos que ha conformado, en esta edición le correspondió ser una de las cuotas de experiencia en un conjunto integrado por tres ciclistas juveniles y cuatro debutantes, un rol que espera haber desempeñado de la mejor manera y confía en que, con su título, podrá inspirar a las nuevas generaciones a continuar su proceso hasta la categoría élite, haciendo cada vez más grueso el pelotón nacional.
Con la Vuelta Femenina finalizó su año competitivo, pero esperar trabajar como en el 2023, en la organización de la Vuelta a Costa Rica en diciembre, mientras comienza una nueva temporada en la que espera seguir creciendo como atleta, disfrutar de la bicicleta y seguir construyendo su sueño de convertirse en ciclista profesional.