Con la caída del telón del Gran Fondo Andrey Amador el próximo domingo, las personas con discapacidad que han salido a rodar y sobre todo disfrutar del ciclismo, quedarán a la deriva, luego de 3 años de ser parte de la fiesta más grande del ciclismo centroamericano, en el que miles de ciclistas han abarrotado la Ruta 27.
Sonrisas, llanto, metas alcanzadas, así como distancias que se han visto acortadas por un solo objetivo, celebrar la vida, han tocado las fibras más íntimas de cada participante de esta cita en la que se reúnen aquellos que corren semana a semana el calendario nacional y quienes sólo obtienen hasta el gran evento del Paseo Colón.
La despedida del evento llevó a otro nivel la participación de los paratletas costarricenses a través del equipo de Los posibles, pues además de garantizar su presencia en la Gran Final, también se hizo cargo de su preparación previa.
“El tema es muy difícil ya que sin grandes fondos no habría eventos para personas con discapacidad, sobre todo en este caso el ciclismo, donde el tema económico, así como la cantidad tan reducida que vamos a los eventos, no lo vuelve rentable y lo vuelve complicado .
Es muy lamentable, porque estos son los eventos donde estamos todos sin importar el nivel de la discapacidad y nosotros aprovechamos la afluencia de personas para transitar con seguridad » concluyó Henry Raabe Méndez, ciclista paralímpico de Costa Rica .
A pesar de los destacados resultados que han conseguido los paraciclistas a nivel internacional, la carencia de eventos locales o inclusivos y la falta de apoyo económico para enfocarse en una carrera deportiva, hace que el desarrollo de la disciplina sea muy limitada y aunque el Gran Fondo Andrey Amador ha dado un gran paso reflejando la forma en la que deberían ser apoyados, el final del mismo deja en el camino la posibilidad de lograr un ciclismo más inclusivo.
Este es el equipo de paraciclismo del Gran Fondo Andrey Amador