Después de conversar con Eduardo Garita, formador de ACCIPAL, sobre el método que ha puesto a Noruega como uno de los países con mayor proyección de talentos y compararlo con el camino que sigue el ciclismo costarricense en busca del mismo objetivo. Quisimos ampliar el panorama, consultando sobre los procesos que adelantan los vecinos centroamericanos, quienes han intentado recortar esa brecha frente a Europa con la creación de estructuras como Panamá es Cultura y Valores o apoyando atletas como el guatemalteco Sergio Chumil, recientemente contratado por el Burgos BH español.
¿Qué tan lejos está Costa Rica de Noruega la potencia actual del ciclismo junior?
Para analizar el panorama actual del área consultamos a Juan Pablo Villegas, entrenador colombiano que estuvo al frente del mencionado proyecto panameño. Según lo explica el invitado, en el ciclismo latinoamericano hay muchas ideas sueltas, pero carece de contexto académico y estructuras definidas.
“Es una región con un potencial muy alto como cualquier otro país en Latinoamérica. Un talento puede formarse en cualquier lugar, pero lo más importante es contar con una estructura bien definida y saber llevar bien el paso a paso… Es saber definir una buena base de formación con unos aspectos fundamentales para que los jóvenes lleguen con buena formación a Europa”, comentó Juan Pablo.
Su experiencia lo lleva a creer que Latinoamérica puede crear su propio entorno para ciclistas profesionales basado en lo académico, pero mientras ese ambicioso desarrollo se materializa comenta que la mejor opción está en buscar alianzas con entidades ciclísticas en el viejo continente para brindar fogueo al talento emergente.
“Tener unos contactos bien definidos con federaciones o clubes de Europa, hacer intercambios, tener campos de entrenamiento. Sería magnífico decir que las federaciones de Centroamérica tienen un campo de entrenamiento en España o en Francia para llevar a los corredores más destacados por dos o tres meses a foguearse y a formarse en ese tipo de competencias”, precisó.
Villegas también comenta que es indispensable profesionalizar el entorno del ciclista y no únicamente a los corredores. Insistiendo en la formación integral de los deportistas, pues quienes no logren cumplir con los estándares competitivos y del alto rendimiento, tendrán las bases suficientes para desempeñarse en otras áreas del ciclismo, el deporte o la sociedad. Asegura que la formación integral nos llevaría a un panorama de competencias multidisciplinarias, con ciencias aplicadas y estándares internacionales.
“A veces un deportista bueno cae en manos de una persona que es muy apasionada al ciclismo, pero que le dice que se tiene que quedar en ayunas tres días seguidos o que un día le tiene que bajar dos centímetros a la silla y cuando va a ir a entrenar montaña vuelve y se los sube, locuras de esas que demuestra, que a veces muchas gente experimentan con los deportistas a nivel regional y ni hablar de lo que se filtra en términos de violación a las prácticas éticas del deporte o de violar las normas antidopaje. Entonces cuando tenemos un contexto sano con buenos estándares como cualquier universidad o cualquier medio en donde aplican ciencias podemos tener un buen estándar y a partir de ahí la base del deporte latinoamericano sería magnífica y podríamos decir que no necesariamente tendríamos que llevar nuestros deportistas a Europa a formarlos. Aquí tenemos carretera, altura, montaña, terrenos de toda clase, solo que tenemos que meternos en la cabeza que podemos evolucionar y podemos estar a la altura de los estándares internacionales”, describió Juan Pablo.
Sobre los dos métodos que se han aplicado históricamente en la región, conformar un equipo desde la base o enviar a los ciclistas más jóvenes a competir a Europa, el entrenador resaltó la importancia de buscar esa experiencia, pero con la certeza de brindarle todos los recursos posibles para un buen desempeño.
“Siempre va a ser una buena idea hacer las cosas bien acá, estructurar una buena base de formación, de entrenamiento. Aprovechar ciertas carreras locales para ir formando ese rendimiento y capacidad competitiva. Mientras se pueda ir a Europa con recursos del Estado, familiares o de amigos tratar de pensarlo bien y no llevar a un deportista o un grupo de deportistas a pasar necesidades, porque iríamos en contravía de una buena práctica del deporte, que tenga una buena alimentación, un buen hospedaje y un buen seguimiento. Ese tipo de campañas sean individuales o grupales bien planeadas siempre serán bienvenidas porque en Europa van a tener experiencias y ventanas donde mostrarse muy bien”, destacó.
El entrenador colombiano fue contundente con su mensaje para todos los implicados en el desarrollo del ciclismo latinoamericano.
“Hay que tomar lo bueno que tenemos, seguir avanzando, sabemos que tenemos talento y así como tomamos lo bueno, es mejor desprendernos de esas malas prácticas de una vez por todas , de esas personas que llegan a las estructuras deportivas pensando en fines lucrativos. Desafortunadamente muchas veces ocurre que muchos equipos se dañan por los malos manejos administrativos y nada tiene que ver con lo que están haciendo los deportistas”
También se dirigió a los ciclistas del área centroamericana que luchan por trascender en la máxima categoría del ciclismo mundial.
“Que sean agradecidos, que abran los ojos al mundo, que no se queden esperando que en su país o en su pueblo les hagan un reconocimiento. Que tomen ejemplo de lo que están haciendo los mejores del mundo y traten de emularlos. Cuando uno se compara con los mejores, por un lado, o por el otro, tiene más opciones de llegar allá, no conformarse con poco. Y no tener miedo de soñar grande, siempre hay que tener esa idea de que si yo me equivoqué tratando perseguir un sueño grande pues buenos eso es de valientes porque al menos tendremos la satisfacción de haberlo intentado”, concluyó Juan Pablo Villegas.
El debate: Nairo o Egan ¿Quién es el mejor ciclista de la historia de Colombia?